fue disfrazada de trabajo mal remunerado,
fue trajeada de propaganda subliminal
emboscando nuestros temores y lamentos,
haciéndonos creer que seremos mejores personas
si usamos la marca tal del producto cual.
La esclavitud persiste en todo vicio:
Drogas, alcohol y cigarrillos,
prostitución, hampa, terrorismo…
La esclavitud jamás fue eliminada,
fue incrementada
con cadenas abstractas,
invisibles y dolorosas,
cadenas hechas de envidias
de codicias
de ambiciones desmedidas.
Nunca el pobre fue más pobre,
al menos cierta vez
había dignidad en el mendigo
había dignidad en la limosna.
¡Qué nos queda!:
¿Trabajar y trabajar hasta el olvido?
¿comprar y comprar hasta la muerte...?
La esclavitud sigue atando humanidades
a la explotación del hombre por el hombre.
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